¿Y si fueras para toda la vida?

Cumpliste tu palabra y con eso me vale. Lo hiciste en San Valentín, fecha que siempre he pensado era un invento de los centros comerciales. Lo pasaste conmigo en vez de con tu novia. Y ahora, como soy tonta, le estoy dando importancia a eso.
Sé que nada ha cambiado, que nuestros caminos no van juntos, pero hoy me ha dado por pensar en las muchas vueltas que aún puede dar la vida.
Te quiero, aunque debería seguir queriéndote de otra manera, de olvidad que ayer el estómago me jugó una mala pasada cuando me propusiste vernos. ¡Si yo lo tenía claro ya!
Aissss, si todo fuese un poco más fácil...