sábado, 26 de enero de 2013

Quererte de otra manera

Cinco meses. Ese es el tiempo que he tardado en volver a verte. Cinco meses que han sido como una montaña rusa constante y donde lo he pasado peor de lo que me hubiese gustado. Cinco meses.
No me gusta juzgar, te lo dije aquel día. No te juzgo, no sé por qué hemos estado cinco meses sin vernos, pero en parte te entiendo.
Me vino bien verte, saber que podemos hablar como amigos, me gustó que me hablases de ella y me dolió menos de lo que pensaba.
Espero que cumplas tu palabra, no creo que lo hagas, pero no puedo evitar pensar que quizás te acuerdes de mí y nos tomemos ese café del que hablamos. Me gustó verte, me gustó estar contigo, me volviste a ganar cuando vi cómo te portaste con los peques y comprendí, una vez más, que aunque conmigo las cosas no las hayas hecho bien eres buena gente. De esa buena gente que quiero tener en mi vida.
Estoy aprendiendo a quererte de otra manera. Cuesta, pero si me ayudas un poquito, todo será más fácil.

viernes, 18 de enero de 2013

¿Y si fuera ella?

Hoy te vieron. Me han dicho que pareces feliz y que ibas de la mano de ella. Me alegro por ti, porque sé que la quieres, porque ese "daría mi vida por ella" me llegó al alma al tiempo que me atravesó. Cuídala, hazme el favor. No la conozco. No quiero hacerlo, ella tiene lo que yo siempre quise. Porque te quise desde el primer momento en que te vi, desde que me sonreíste por primera vez y me tranquilizaste. Sigo enamorada de ti, aunque te dije que no lo estaba. Entiéndeme, no podía confesarte eso después de que tú me confesaras que la querías a ella, que querías intentarlo, a pesar de que hacía apenas unos minutos me estabas besando.
Nunca supe por qué lo hiciste. Fuiste cruel, tú lo sabes aunque yo intentara quitarle hierro al asunto. Y aún así, eso no es lo que más me dolió de todo esto. Me duele más golpearme una y otra vez contra el muro que has puesto entre nosotros. No sé si lo haces por ti o por mí, pero has decidido no dejarme elegir si te quiero en mi vida o no. Has decidido por mí y eso duele.
Si por mí fuera no saldrías de mi vida nunca, aunque sepa que así la herida tardará mucho más en curar. Ojalá fuese tan fácil.
¿Sabes? No es fácil olvidarte. No es sencillo desprenderme de aquella sensación. Nunca nadie antes me había besado como lo hiciste tú aquella noche en ese rincón de mi portal. Tú sabías que era una despedida, tú sabías lo que significaba cada beso, cada instante que me tuviste entre tus brazos, ese "te voy a echar de menos" que no hacía referencia a que ya no seríamos compañeros de trabajo.
Duele tenerte lejos, duele recordar esos besos, esa sensación de estar en un lugar donde podría estar toda la vida. Y no puedo. Porque ese sitio es para ella, tú se lo reservaste.
Sé feliz, por favor. Al menos así mi sufrimiento habrá merecido la pena.