Un día cualquiera...

Un día cualquiera suceden cosas que no te esperas. Encuentras a personas que no pensabas ver en una larga temporada.
Un día cualquiera te dan ese abrazo que en su momento tanto necesitaste, y que ahora recibes con calidez pero sin necesidad.
Un día cualquiera te vuelven a mirar a los ojos, te vuelven a sonreír, pero en tu interior no sientes nada más que una amarga felicidad.
Un día cualquiera te das cuenta de que te siguen haciendo sentir especial, de que te sientes bien a su lado, pero que nada es igual.
Un día cualquiera sonríes al comprobar que las heridas sanaron tan rápido que incluso te logras sorprender.
Y ese día comprendes que es el momento de volver a ser feliz.