Se ha dado tanta prisa el reloj que no me ha dejado tiempo para asimilar nada, para construir sobre el tiempo una dura fortaleza, un acceso restringido a todo aquello que me haga débil o vulnerable...
Ha ido tan deprisa que hoy no puedo evitar recordar que hace un año de demasiadas cosas, demasiadas palabras que quizás, y solo quizás, debí tomarme más en serio.
Ahora, tanto tiempo después, nada de esto importa. Pero a mi me sigue pareciendo que ha pasado demasiado rápido.
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