martes, 2 de octubre de 2007

Falsas promesas

¿Por qué nos empeñamos en hacer promesas que sabemos nunca cumpliremos? ¿Por qué decimos una y otra vez "te llamaré" si ni siquiera nos planteamos esa posibilidad?
¿Tan difícil es, simplemente, decir adiós?

2 comentarios:

mafaldinha dijo...

Es, seguro, lo más difícil cuando una de las (o las dos) partes no quiere decirlo. "Te llamaré" es una frase que escuché tantísimas veces que ya no tengo ninguna fe en ella.

Ati dijo...

El problema no es cuando una de las dos partes no quiere decirlo, sino cuando no se atreve a hacerlo.