Joseba Llorente está en la historia de la Liga. Le contará a sus nietos que una tarde, ante el Espanyol, necesitó seis segundos y alguna décima para meter un gol (6'8 segundos según As, 7'09 según Cuatro). Antes que él, y en espacio de tiempo parecido, lo habían conseguido Darío Silva para el Málaga y el Lobo Diarte, para el Valencia. Pero tardaron más: siete segundos largos. Claro que la historia debe recoger también la astucia de Víctor, sin la que el tanto hubiese sido imposible. Fue el mate del pastor del ajedrez, esa jugada que moviendo tres piezas, y ante un rival tan pardillo como la defensa perica ayer, te permite ganar la partida sin despeinarte. De salida. Sin que hayan podido calentarse las sillas.
Y es que hacia mucho que no os contaba nada de mi Pucelita =)
Fuente: www.as.com
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