Alguien me dijo una vez (gracias Ella) que lo fundamental para no poder escribir post tristes, lo fundamental, era reírse de uno mismo.
Se acababa el año, por fin, al final dejaría de atormentarme. Un año en el que no puedo destacar apenas nada bueno.
Y ahí estábamos todos, con las uvas esperando las 12 campanadas, con el recuerdo de todo lo que dejábamos atrás.
Y las doce campanadas sonaron, y ninguno nos enteramos. Así que tuvimos que rescatar el reloj del salón, al que habíamos desterrado a una habitación para evitar confusiones, y casi dos minutos después tomarnos las uvas de forma casera y muertos de la risa.
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3 comentarios:
Jajajaja, que bueno! no lo grabaste? XD
MUACKS!
Feliz 2008, Ati. Me alegra escuchar tu risa. ¿Esa Ella soy yo? Menudo honor en caso afirmativo.
Besos orgiásticos.
Hola Ella, claro que eres tú, jiji. Lo bueno de una mala racha es que ya solo puedes aspirar a mejorar, imagino que en ello estoy.
Gracias por todo! Y gracias por la visita.
Feliz año para ti también.
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