Hay cosas que solo me pasan a mí. Y eso que en un banco pueden ocurrir mil historias, que cada uno va allí con la suya propia.
Estaba esperando la cola (ejem, más de 30 minutos de reloj) para hacer un ingreso cuando ha sonado un teléfono móvil. Era del hombre que estaba detrás de mí. La conversación ha sido la siguiente:
-. Ahora te llamo, estoy conduciendo.
O.o ¿Perdona? ¿Es que mi banco se ha motorizado y yo no me he dado cuenta?
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