Debe ser que me gusta ser la nota discordante o que veo la vida de una forma distinta al resto del mundo.
Os voy a hablar de fútbol (raro, ¿verdad?) y de algo que pasó ayer en el estadio. Jacobo es el actual portero del Getafe, está cedido por el Real Valladolid hasta final de temporada y en junio volverá a Pucela. Jugador criado en la cantera del Valladolid y maltratado por el club y una gran parte de la afición. Y ojo, todo esto es una opinión personal, supongo que cualquiera que lo lea puede darme mil motivos para que cambie de opinión.
El caso es que ayer en Zorrilla Jacobo fue pitado. No por toda la afición y solo en momentos determinados, sí, pero pitado. Cuando Jacobo se acercó a la portería de grada Sur la afición aplaudió y Jacobo nos saludó. Sinceramente me esperaba una "ovación" mayor, pero ya se sabe que a los de casa se los trata a palos mientras que los de fuera siempre tienen una oportunidad tras otra.
El caso es que unas declaraciones de Jacobo han levantado ampollas en ciertos sectores de la afición y, una vez más, yo entiendo al portero. Entiendo que se sienta dolido por recibir pitos en su casa. En su rol de portero del equipo rival perdió tiempo, subió a rematar la última jugada de su equipo... se está jugando el descenso ¿qué queremos? Siempre nos quejamos de que a nuestros jugadores nos falta picardía y perder un poquito de tiempo cuando ganamos, ¿por qué luego pitamos a quienes lo hacen?
Jacobo es un buen portero, y aquí no se le ha dado la oportunidad de demostrarlo, hemos preferido mantener en la portería a foráneos que lo han hecho infinitamente peor que él.
En definitiva, que entiendo sus declaraciones y que esté dolido con la afición de su equipo de toda la vida. En junio vuelve, ojalá sea la definitiva y triunfe en su equipo, un equipo que, aún, no ha sabido valorarle.
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