No sé muy bien cómo empezar este post sin soltar una sarta de burradas por esta boquita (o manitas) que Dios me dio...
Odio ir al médico, por eso solo voy cuando no me queda más remedio, como es el caso. Ayer por la tarde me acerqué a mi centro de salud para ver si podía atenderme mi médica aunque no tuviese cita. Cuando llegué me atendió la borde de turno (el karmaaaa, el karmaaaa) y me dijo que las urgencias ahora solo eran hasta las 3 de la tarde y que tenía que irme a un ambulatorio que está dos barrios más allá del mío para que me atendiesen. ¿¿¿Perdón??? ¿¿Qué me tengo que ir dónde?? Resulta que a unos 15- 20 minutos de mi ambulatorio, y dentro del mismo barrio, tenemos otro donde antes teníamos que ir para que nos mirasen de urgencia. Pues no, ahora va a ser que no pertenecemos a la misma zona, y nos tenemos que ir a casi 40 minutos andando para que nos vea un médico. ¿Se ha dividido el barrio y no nos hemos enterado?
El caso es que, rebotadísima, desde casa llamé al centro de salud para pedir cita para mi médica. No me podían dar hasta el martes... ¡¡¡hasta el martes!!! Vamos, que me puedo morir tan ricamente antes de que mi médica tenga un huquecito para echarme un vistacillo. Me dicen que sino que acuda de urgencias al centro de salud al que llevamos yendo desde que lo abrieron. Después de preguntar que si estaba segura de que las urgencias se atendían allí la muchacha fue a preguntar a sus jefes para confirmarme que no, que teníamos que desplazarnos hasta otro barrio.
Con esta situación decido aguantar un poco más y acercarme hoy por la mañana a urgencias de mi ambulatorio.
Mal empezamos, me tienen esperando para darme la cita más de 10 minutos, porque de 3 recepcionistas una curraba y las otras dos miraban. Se ve que nunca la habían visto hablar por teléfono para resolver un asuntillo (nótese el tono irónico). Cuando, por fin, es mi turno y pasa mi tarjetita para ver qué médico me atiende.... ¡¡¡ohhh!!! ¡¡¡Sorpresa sorpresuda!!! Mi médica tiene un hueco esta tarde, vaya que puta casualidad, hoy sí tiene y ayer por la tarde no, ¿habrá llamado algún paciente de madrugada para decir que prefería quedarse de botellón que ir a la consulta?
He decidido que prefiero que me vea mi médica, y aunque la cita sea a las 16:12 y yo entre a currar a las 17:00 la he aceptado. La buena samaritana me ha puesto en observaciones que entro a trabajar a las 17, a ver si así me salto la hora de retraso que siempre hay.
El caso es que he hecho dos viajes al ambulatorio para nada, y jode, porque si su tiempo es valioso el mío también.
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2 comentarios:
Siempre igual... pero tú no te preocupes ehhh, que la sanidad española es la mejor del mundo (¬¬), vamos, nos lo dicen hasta lo chinos, aunque en su caso no se si cuenta la opinión... XD
En fin... paciencia hija, no queda otra!
Muy bien dicho todo! ea!
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