sábado, 28 de agosto de 2010

Volveremos.

Cuando acabó la temporada pasada y se consumó lo que se llevaba cocinando durante toda la liga (el descenso de mi Pucela) escuché y leí muchas cosas. Hubo una que me gustó especialmente, una foto de nuestro portero, en cuclillas, llorando, con una frase que decía algo así: "Levántate, porque vamos a volver". Lo encontré por casualidad en un blog que alguna vez visito.

Ahora, unos meses después, la liga ha vuelto. Muchos menos abonados, poca gente en el estadio (ojo, ayer éramos pocos, pero los que estábamos éramos los importantes) nada que no hubiésemos imaginado que ocurriría. La ilusión con la que empezamos la liga pasada se ha esfumado, somos conscientes de lo complicado que es ascender.

Sin embargo ayer el equipo ilusionó por momentos, juego rápido, mucho toque de balón, mucho "tiki-taka" que diría aquel. Espero que nos dure el juego y que nos dejen hacerlo, en segunda es complicado jugar al fútbol.

Sé que las cosas no son como empiezan sino como acaban, pero no podíamos haber imaginado un mejor comienzo.



Y sí, levántate, porque vamos a volver.

La guerra de las radios.

Desde que tengo memoria la guerra de las radios existe. Los tira y afloja entre cadenas son similares a los que tienen los equipos de fútbol por un jugador a comienzo de cada temporada. Sin embargo lo de este año ha ido más lejos de un par de movimientos de periodistas de una cadena a otra.
Me he hartado de escuchar este año en la universidad que leemos determinado periódico o escuchamos determinada cadena porque es afín a nuestra ideología y vamos a escuchar o leer cosas que nos van a gustar. Era fácil pensar que así era, que lo importante es el medio y no los que lo forman. Sin embargo este verano esta teoría se me ha ido al garete.
Me siento como si me hiciesen elegir entre papá y mamá. ¿Cadena SER o COPE? Por ideología y tradición diría que sin dudar Cadena SER pero... pero las cosas no funcionan así. Ayer lo intenté, encendí la radio en el mismo dial de siempre y escuché, pero lo que estaba oyendo no era lo que el cuerpo me pedía, me sentía extraña, fuera de lugar a pesar de estar mi emisora de siempre. Hice la prueba y busqué, a ciegas porque ni siquiera me sabía el dial, una voz que me llevase a casa de verdad, y ahí estaban, en la emisora de la que muchos hemos "renegado" siempre, pero con mis voces, con mi gente, sintiendo que esa sí era mi casa.
¿De verdad escuchamos una emisora solo por ideología? ¿Y qué pasa con la gente que trabaja en ella, con las voces que nos informan cada día, con aquellos que nos han hecho disfrutar y emocionarnos?
Tengo claro una cosa, la radio no es ideología, la radio son voces, personas que nos acompañan y, como en la vida, no puedo elegir entre papá y mamá, así que repartiré el tiempo y trataré de quedarme con lo mejor de ambas cadenas.

¿Ahora?

No has podido decirlo antes, tenías que esperar hasta ahora, cuando no queda margen de tiempo. No sé qué significa, pero a estas alturas no sé si quiero descubrirlo.

martes, 17 de agosto de 2010

Mi no entender

Hay cosas que no entiendo, que cuanto más las pienso menos las entiendo... Creo que necesito reflexionar un poco más.