Pienso y creo que nunca te lo he dicho, aunque estoy segura de habértelo demostrado en muchas ocasiones.
Siento que se me acaba el tiempo para decírtelo, que la llama cada vez tiene menos fuerza, y solo pensarlo me parte el alma.
Te quiero a mi lado siempre, y cada vez me das más miedo el momento del adiós.
Nos has dado tantos sustos... he rezado tantas veces por ti... si pudiese te daría más salud, más felicidad, más ganas de vivir. Tengo muchos sueños, pero uno especialmente que comparto contigo... ojalá nos de tiempo de disfrutarlo, ojala pueda mirarte a los ojos, esos ojos que tanto me gustan mirar, y poderte decir: "Yoyo, lo conseguí".
Ojala el tiempo nos de una oportunidad más.
Te quiero.
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