Aún no sé si estoy preparada para escribir esto... lo que si sé es que no estoy preparada para estar sin ti.
Ya te echo de menos, yoyo, y apenas hace 4 días que te fuiste, que marchaste para siempre.
He llorado más que en toda mi vida, y tú lo sabes, sabes que no suelo llorar mucho, pero todo esto me ha superado.
20 días luchando por salir adelante, por volver con nosotros a casa, y no ha sido posible.
Trato de pensar que es mejor así, que ya nadie sufre, que tú estás en un lugar mejor, mirándonos, cuidándonos, disfrutando de los que ya no estaban y a los que tanto echabas de menos. Ahora nosotros te echamos de menos a ti...
Siempre he sido muy abuelera, me encantaba ir a casa a verte y hablar contigo, de fútbol, casi siempre, mientras la yaya trataba de hacerte callar para hablar conmigo. He recordado un montón de anécdotas estos días, de miradas, de palabras, de besos, de abrazos... y he tratado de asimilar que ahora es lo que me queda, los recuerdos, nuestros recuerdos,
Echaré de menos tantas cosas que ya nunca volverán a ser igual... pero miraré al cielo, y buscaré la estrella más brillante, esa que solo será para mi, esa desde la que tú me mirarás, me cuidarás, me guiarás.
Los últimos días han sido tan crueles para todos, que hemos de aceptar que esto es un descanso, un tiempo muerto, que algún día volveremos a encontrarnos, no sé muy bien donde, no sé muy bien cuando...
Prometo no olvidarme nunca de ti, llevarte en mi alma a cada minuto de mi vida. Sabes, los dos sabemos, que tenemos una cosa pendiente, y sé, que desde donde tú estés, verás como lo consigo.
Yoyo, te quiero, te voy a echar mucho de menos.
domingo, 25 de noviembre de 2007
domingo, 18 de noviembre de 2007
Soledad.
Siempre sentí que la soledad debía ser una decisión más. Un camino que elegir libremente, una forma de acercarte a ti mismo.
Nunca me dañó la soledad, siempre la elegí como opción personal, siempre necesité de esos momentos.
Ahora, cuando la soledad no es una decisión personal, descubrí el daño que puede llegar a hacer.
Nunca me dañó la soledad, siempre la elegí como opción personal, siempre necesité de esos momentos.
Ahora, cuando la soledad no es una decisión personal, descubrí el daño que puede llegar a hacer.
Cantares.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
[Antonio Machado]
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
[Antonio Machado]
jueves, 15 de noviembre de 2007
Algún día.
Algún día me explicarás cómo lo logras, cómo sabes cuando mi cabeza fantasea con otros cuerpos, otras almas... cómo sabes siempre en qué momento reaparecer para apartar de mi los nuevos deseos.
martes, 13 de noviembre de 2007
El valor de un "pinchazo"
Siempre valoré la importancia de la donación de sangre, por eso al cumplir los 18 me hice donante. Para mi siempre significó un gesto simple, una sencilla colaboración con la sociedad, ayudar a alguien que lo está pasando mal, a alguien que lo necesita.
Ahora, después de ver como alguien a quien quiero mucho ha necesitado de esa sangre que alguien, libremente y, sobre todo, generosamente, decidió donar, he comprendido el verdadero valor de ese pinchazo.
Ahora, después de ver como alguien a quien quiero mucho ha necesitado de esa sangre que alguien, libremente y, sobre todo, generosamente, decidió donar, he comprendido el verdadero valor de ese pinchazo.
Arrepentimientos...
Siempre me persiguen, por norma general siento arrepentimiento por las cosas que no hice, que no dije... Por no arriesgar o, en ocasiones, por dejar ver de mi más de lo que, más tarde, consideré necesario.
Sin embargo hoy puedo decir bien segura que, aunque perdí, no me arrepiento.
Sin embargo hoy puedo decir bien segura que, aunque perdí, no me arrepiento.
lunes, 12 de noviembre de 2007
No entiendo...
Tan solo dos palabras te han bastado para saber que estaba mal. No entiendo como no pudiste usar tu conocimiento sobre mi para evitarme tantas y tantas lágrimas.
sábado, 10 de noviembre de 2007
Manuel Rivas
"Somos lo que soñamos ser, y ese sueño no es tanto una meta como una energía. Cada día es una crisálida, cada día alumbra una metamorfosis. Caemos, nos levantamos. Cada día la vida empieza de nuevo. La vida es un acto de resistencia y de re existencia; vivimos, revivimos. Pero todo se sostiene en la memoria. Somos lo que recordamos, la memoria es nuestro hogar nómada. Como las plantas o las aves emigrantes, los recuerdos tienen la estrategia de la luz. Van hacia adelante, a la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor. Hay un dolor parecido al dolor de muelas, a la pérdida física, y es perder algún recuerdo que queremos. Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida. Por eso, hay una clase de melancolía que no atrapa, sino que nutre la libertad. En esa melancolía, como espuma en las olas, se alzan los sueños."
Manuel Rivas
No tengo ánimo para escribir... tomo prestado este texto que tanto me gustó cuando lo oí, hace unos días, en una serie de tv.
Manuel Rivas
No tengo ánimo para escribir... tomo prestado este texto que tanto me gustó cuando lo oí, hace unos días, en una serie de tv.
jueves, 8 de noviembre de 2007
[¡] Felicidades tete [!]
Un año... madre mía, un año ya...
Un año a tu lado, viéndote crecer día a día, sintiendo como cada día que pasa te quiero un poco más. Cada beso, cada abrazo, cada cosa que descubrimos juntos... Ha sido un año genial. Porque tu sonrisa es mi mejor medicina.
Hemos tenido un cumple un poco "raro" con el abu en el hospital... pero hoy, como regalo de cumpleaños, han comenzado a llegar mejores noticias, ojalá todo salga bien.
Nos quedan muchos cumples que celebrar juntos, muchas sonrisas, muchos descubrimientos...
Te quiero más que a nada en este mundo.
¡¡¡Felicidades Tete!!!
miércoles, 7 de noviembre de 2007
Añoranzas.
Estudiar nunca fue lo mio, nunca me gustó, aunque nunca se me dio del todo mal.
Siempre pensé que trabajar era mucho mejor que estudiar, y me dediqué, simplemente, a cumplir ciclos para llegar a trabajar en algo que realmente me gustase.
Ahora, trabajando en aquello en lo que me titulé, añoro con demasiada fuerza los interminables días de clases, en el instituto y en la facultad, esas horas y horas estudiando, esas montañas de apuntes esperando a ser colocados y pasados a limpio, esos miles de trabajos, esos libros por leer, el agobio de no llegar a tiempo... Me gustaría volver a ser estudiante.
Siempre pensé que trabajar era mucho mejor que estudiar, y me dediqué, simplemente, a cumplir ciclos para llegar a trabajar en algo que realmente me gustase.
Ahora, trabajando en aquello en lo que me titulé, añoro con demasiada fuerza los interminables días de clases, en el instituto y en la facultad, esas horas y horas estudiando, esas montañas de apuntes esperando a ser colocados y pasados a limpio, esos miles de trabajos, esos libros por leer, el agobio de no llegar a tiempo... Me gustaría volver a ser estudiante.
Rachas
Hay días en los que te levantas y la vida te ha girado por completo.
Dicen que son rachas, las hay buenas y las hay horrorosas... Cierto es que estas últimas parecen que duran una eternidad.
Deseando que esta eternidad termine, que el sol brille de nuevo... solo me queda creer, no sé muy bien en qué, y esperar para volver a sonreír.
Dicen que son rachas, las hay buenas y las hay horrorosas... Cierto es que estas últimas parecen que duran una eternidad.
Deseando que esta eternidad termine, que el sol brille de nuevo... solo me queda creer, no sé muy bien en qué, y esperar para volver a sonreír.
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