Son tan gratos los recuerdos de aquella tarde de 22 de abril que daría todo lo que tengo por volver atrás.
Qué fácil fue ser feliz aquel día.
Un año más tarde, con todo patas arriba, la felicidad es incompleta... pero si tenemos que morir, que sea matando.
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1 comentario:
Ya que vengo...
......muuuuaac
y de morir nada. Que se mueran otros, que nosotros ya pasamos lo nuestro.
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