Después de innumerables visitas al médico resulta que al final no me quejaba por quejarme.
Sí, soy una protestona, una quejica, una exagerada y todo lo que vosotros queráis, pero a mí la muñeca derecha me dolía.
Me dolía y no era algo nuevo, llevo años así. Distensiones, esguinces, tendinitis, sobre esfuerzo y mil historias más, pero a mí la muñeca no me dejaba de doler con ninguno de los tratamientos.
Hoy, por fin, y después de un montón de visitas a la doctora, tengo un diagnóstico: síndrome del túnel carpiano (http://espanol.ninds.nih.gov/trastornos/tunel_carpiano.htm) y aunque me siga doliendo la muñeca por lo menos dejaré de pensar que soy una paranoica y que mis dolores son algo psicológico.
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