Hay sensaciones que los aficionados a los equipos grandes nunca podrán tener. Yo no sé qué se siente cuando tu equipo logra un título, ni cómo es ver tu escudo ocupando portadas de periódicos de forma constante.Pero sé lo que es llorar de la emoción de lograr un ascenso, sé lo que es que 30.00o personas coreen el himno en la plaza Mayor, sé lo que es bañarse en la fuente de tu equipo.
Sé lo que se siente los días anteriores al partido que te encumbra a lo más alto, sé lo que es irte a la cama sabiendo que el día que te espera puede ser el día que llevas añorando 3 años...
Hace ya 2 años de todo aquello y no me importaría para nada volver a pasar esos nervios.
Ahora y siempre: ¡¡Aúpa Pucela!!
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario