viernes, 31 de julio de 2009

Dios da pan...

No te mereces que nadie te llame padre, ni papá. Porque un padre no es aquel que pone la semillita en mamá. Padres es más que trasmitir unos genes a unos niños. El cariño de un padre no se compra, se demuestra, y en tu caso más bien escasea. No te mereces la familia que tienes, no te mereces poder disfrutarla aunque no sepas hacerlo porque prefieres hacer mil historias que no vienen a cuento. Porque no cuentas los días para ver a tus hijos cuando los que estamos a su lado pasamos cada segundo que podemos con ellos... Y a pesar de todo te los llevas, los arrancas de nuestro lado aunque seamos nosotros los que hayamos hecho todo lo que podíamos hacer y más por ellos mientras tú no mueves un dedo. No te los mereces, y tus hijos no se merecen un padre así.

1 comentario:

La Pequeña Salvaje dijo...

Sí, mi padre desde luego tampoco nos merece a mis hermanos y a mí. NUNCA LO HIZO