Hoy nos ha dejado un gran escritor, un amante del castellano. Además, tengo la sensación de que se ha muerto un trocito de mi ciudad, de mi Valladolid.
Me alegra saber que fuimos capaces de rendirle tributo cuando estaba en vida, que numerosos espacios culturales de la ciudad llevan su nombre. Hoy no estoy allí, pero sé que la ciudad está triste, que esta tarde cuando llegue notaré cómo nos falta algo.
Hasta siempre, Delibes.
2 comentarios:
Estoy triste, si. Muy triste.
Un beso
Yo creo que todos los vallisoletanos estamos tristes...
Un besito
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