L&M (y no, no hablo de la marca de tabaco) ocupan una gran parte de mi tiempo libre (y del que no es libre también). Nunca había escrito tanto con los mismos personajes, se está convirtiendo ya en casi un hábito. A veces son escenas largas y otras veces son escenitas diminutas de un máximo de 100 palabras (es complicado, pero a la vez me estoy dando cuenta de que se puede decir mucho con poco).
No son mis personajes, o sí lo son aunque no sea originales míos, pero he llegado a un punto en que pienso en ellos como si fuesen parte de mí. Me gusta, me gusta comprobar cómo he cambiado mi forma de escribir, cómo he ido dejando vicios feos que me caracterizaban, aunque no pienso dejar de colocar las comas a mi antojo.
Gracias, socia, porque tú eres la culpable de casi todo esto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario