domingo, 24 de agosto de 2008

A ninguna parte

¿Por qué es tan difícil leerte, saber qué piensas? Me descolocas a cada instante, me desarmas cuando sonríes mientras me miras a los ojos, y de poco, o nada, sirve el discurso que me llevo aprendido de casa.
Me prometo no tropezar y caigo, si te busco te escondes, y si me marcho me buscas. No estoy jugando al escondite contigo, pero tampoco me dejas ir de frente, ni siquiera creo que tú quieras ir cara a cara.
Te escondes en cada doblez, estiras hasta que estás al límite, y cuando sientes el peligro aflojas, volviendo a acortar distancia.
Hoy te doy y mañana te quito, en un absurdo intercambio que no lleva a ninguna parte.
Piénsalo, a ninguna parte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ningunas palabras tan tiernas, como las de un hombre enamorado.

Ati dijo...

No puedo estar de acuerdo contigo, qué le vamos a hacer. Pero estoy dispuesta a tener que rectificar en algún momento ;)

Bienvenida a mi rincón.

Un saludo.